Motel ATM

Av. Raul Rangel Frias #5617, Col. Del Maestro, C.P.64180, Monterrey, N.L.

Precio: 
 • $250 x 12 horas (Habitación sencilla)
• $350 x 5 horas (Suite) Experiencia:

Experiencia: 
Ese día habíamos planeado visitar algún motel de la ciudad. Sinceramente nunca habíamos ido al Motel ATM pero nos pareció una buena opción. Estuvimos haciendo unas compras por la tarde y nos sedujo la idea de irnos a relajar un rato al oscurecer. Llegando a Raúl Rangel Frías nos pasamos de vista el Motel ya que no tiene un gran panorámico, sólo un anuncio pequeño que dice “Campo ATM”, pero no hubo problema alguno que de inmediato tomamos un retorno. La entrada es un camino muy discreto, en donde al principio ni siquiera piensas que es la entrada a un Motel, pasas por una caseta, también muy discreta en donde pagas y te asignan una habitación con cochera. Cabe mencionar que la cochera es bastante amplia y la asignación de cuartos bastante, vuelvo a mencionar, discreta. Una vez que cierran la compuerta de la cochera no habrá más interrupciones. La habitación es completamente tuya y de tu pareja.

La primera impresión del cuarto fue muy buena. Cochera cerrada, cuarto climatizado, TV, una gran cama y muchos espejos. Para no hacerla tanto de emoción, nos pusimos cómodos, nos acostamos y empezamos a calentarnos. Nos empezamos a quitar la ropa, primero el pantalón, la blusa de ella, mi camisa, quedaron en el suelo. Le quité el “bra” a ella y quedando con sus tetas desnudas y yo con sólo mi bóxer decidimos irnos al famoso “Sillón Kamasutra” que la verdad es una delicia estar en ese mueble y es algo que nos agradó mucho del Motel. En fin, tocándonos nuestra piel totalmente desnuda, ella se montó sobre mí, bajó mi bóxer y dejó ver mi verga muy dura, y así ella se quitó su tanguita muy mojada y montada sobre mi verga, empezó a moverse muy rico, frotando su conchita con mi pene y mojándonos los dos a la vez. Fue así que cuando estábamos demasiado excitados, ella me dice – Metémela, cógeme rico-, la emoción subió de tono y metí mi verga así al natural en su interior, cosa que no fue difícil ya que los dos estábamos muy lubricados y se sintió inmensamente delicioso.

Así continuamos cogiendo muy rico en el sillón y en la cama, viéndonos en los espejos cómo lo hacíamos y disfrutando cada vez más hasta alcanzar nuestro clímax y rematar con el sello nuestros fluidos.

Les quiero recomendar mucho este motel, es bastante cómodo, muy discreto, limpio e higiénico. La verdad tanto ella como yo disfrutamos el tiempo que estuvimos ahí. Así que es muy probable que nuevamente y muy pronto volvamos a ir y probar alguna de las demás habitaciones. Para más información: http://www.motelatm.com.mx/