Ya era un poco tarde para entonces, sin
embargo los deseos de hacer siempre algo diferente y erótico nos
llenaron de emoción. Para esa hora ya las luces del pasillo estaban
apagadas, pero los baños de la institución estaban todavía
abiertos. Al principio tuvimos un poco de miedo al entrar, miedo a
que alguien nos atrapara y nos viera que entrábamos los dos al mismo
baño y casi al mismo tiempo, antes de entrar yo, entró ella y lo
primero que hizo fue ver que no hubiera nadie dentro; la señal era
que yo entrara unos minutos después.
Ya estábamos bastante entrados en
calor y sabíamos exactamente a lo que íbamos. Al entrar yo, me doy
cuenta que ella ya estaba dentro de un baño con la puerta
semiabierta y me estaba esperando. En el aspecto del ruido tuvimos
mucha precaución debido a que los sonidos se dispersaban fácilmente
y fue cuando empezamos a bajarnos algo de ropa. Primero le bajé el
pantalón a ella quedando completamente en tanguita, lo cual
aproveché para tocar su culito y disfrutarlo muy rico. Después
siguió mi turno y me bajé el pantalón dejando ver mi verga ya
bastante durita. Sin aguantar más y con el tiempo encima, ella bajó
su tanguita y yo mi bóxer, y justo ahí fue cuando ella se inclinó
un poco y chupó mi verga poniendome aún más excitado y muy
caliente. No pasó mucho tiempo cuando de mi bolsillo sacamos un poco
de lubricante, el cual lo unté inmediatamente sobre la conchita de
ella. Fue tan rico sentir sus labios ya húmedos y con ganas de
sentir mi pene dentro de ella. Entonces fue cuando nos decidimos a
coger. Coloqué mi verga sobre su puchita y la empujé hasta meterla
lo más profundo que se pudiera, llenándola toda de mucho juguito de
ella que se cubrió sobre mi. Sentimos muy rico ese momento, el único
detalle es que no lo podíamos hacer tan fuerte ya que hacíamos ya
bastante ruido, así continuamos rápido y tratando de hacer el menos
ruido posible para evitar que nos descubrieran. Tratando de hacerlo
lo más rápido posible llegó el momento de acabar y en ese preciso
momento ella se inclinó ligeramente teniendo mi verga dentro, la
tomé sobre su cintura y empezamos a movernos más rápido y más
duro, sintiendo su culo sobre mi piel y rebotando mis testiculos
sobre ella. Ella se movió tan delicioso que ya no pudimos más y nos
descargamos los dos muy rico.
Nuevamente muy rápido nos subimos
nuestra ropa, ella se puso otra vez su tanguita, muy mojada por
cierto, y yo mi bóxer muy húmedo. Nos acomodamos el pantalón y
procedimos a salir del baño, primero ella y al último yo.
http://hellenuniversitaria.blogspot.mx chequen les encantara
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